Las
tecnologías de la información tienen actualmente un gran impacto en las
organizaciones, la función que cumple esta plataforma tecnológica es aumentar
el conocimiento. Es utilizada para
adquirir, almacenar, procesar, distribuir y recuperar datos e información,
convirtiéndose en la base sobre la que se construyen los sistemas de
información, los recursos de información, los recursos organizativos y el entorno
del negocio. Necesitamos la información útil y relevante para la elaboración de
productos informativos o para poner esa información al servicio de la toma de decisiones
y nuestro interés está en cómo recopilar esos datos y cómo transformarlos en
información.
Fue
a mediados de los años sesentas con los
bibliotecarios de la época que se da la idea del acceso remoto por medio de un
ordenador o computadora. Luego viene el uso de Arpanet, Internet, la primera
computadora de Apple, el fax en los años setentas, la fibra óptica en los años ochentas.
Los sistemas de información
van orientados a la toma de decisiones, que es el verdadero valor en las
organizaciones. La gestión de información es de importancia en la actualidad, y
aunque no fuera claro en sus inicios, estos se desarrollaba para buscar valores
agregados y competitivos a las empresas, y acá es donde la tecnología juega un
papel muy importante, motivo por el que se invierten grandes sumas de dinero.
Los
sistemas de información de oficina (Ofimática) son un conjunto de aplicaciones para
una comunidad de usuarios, con algunos procesos de transacción semi-formales y
que permiten acceder a bases de datos y otros sistemas de información. El
principal aspecto del sistema es que contiene un software fácil de usar por los
usuarios no-técnicos.
La
introducción y el éxito alcanzado por los ordenadores personales se evidencian gracias a la mejora de las
telecomunicaciones, la disponibilidad de
bases de datos comerciales y el crecimiento de la informática de usuario final.
Los
sistemas basados en el conocimiento son una categoría que cubre un amplio rango
de sistemas que procesa conocimiento o inteligencia.
Las
redes para la trasmisión de información y datos, tanto de área local (LAN) como
de área extendida (WAN), son uno de los recursos más importantes que se les han
presentado a los especialistas en información durante los últimos años.
Una
sociedad basada en la información debe poner énfasis en el aprendizaje, tanto
de los individuos como de las organizaciones. El argumento básico es que en las
organizaciones basadas en la información el activo estratégico básico es la
gente y su formación.
Para
que nuestros profesionales no se vean desplazados en la era de la Sociedad del Conocimiento
y el uso de las TICs, es necesario que se dedique además de filtrar, organizar
y sintetizar información para los usuarios, a conocer de informática, tener experiencia
en teleinformática y teledocumentación y a formarse en áreas técnicas de
administración y mercadeo.
Las
labores profesionales que conlleva la profesión del gestor de la información
(documentalista, bibliotecólogo o especialista en información) no está bien definida,
es una actividad en la que las innovaciones tecnológicas le han conferido unas
características peculiares y un perfil complejo, mucho más fuera del estricto
ámbito cultural y educativo y acá es donde está el reto de combinar las áreas
de telemática con la de gestión de la información.
Referencia Bibliográfica:
Ramos-Simón, F.(1998). La plataforma tecnológica
en las organizaciones: Impacto sobre las Unidades Informativas. Revista General de Información y Documentación. 8(1), 39-62.
Recuperado: http://revistas.ucm.es/index.php/RGID/article/viewFile/RGID9898120039A/10792 [Consulta 18 may. 2015].
La gestión de la información ha sido el eje de nuestra profesión: organizarla para apoyar los procesos de investigación y aprendizaje de nuestros usuarios. Las transformaciones que el uso de la tecnología y el trabajo en red están provocando en esos procesos, así como un nuevo concepto de unidad de información, está modelada en las nuevas prácticas de investigación y aprendizaje, cuestionan la capacidad de los sistemas tradicionales de gestión de la información de las bibliotecas para tratar esa complejidad y soportar los procesos de trabajo de sus usuarios en el nuevo entorno digital basado en la web y las posibilidades de colaboración que ofrece.
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